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lunes, 25 de enero de 2010

El Paleolítico

a) El Paleolítico o Edad de la Piedra Tallada:

Es importante destacar que durante este largo período:

1.- Los representantes del género humano evolucionaron:

Hasta alcanzar las características físicas de los seres humanos actuales. Durante este proceso, denominado hominización, se fueron distribuyendo por el planeta.



2.- Se sucedieron largos períodos cálidos y fríos.

En los períodos fríos, llamados glaciaciones, los hielos podían cubrir hasta un tercio de la superficie terrestre con la consiguiente disminución del nivel del mar.




Los cambios climáticos generaban cambios en la vegetación y en la fauna y las sociedades debían adaptarse a ellos.

3.- Solo hubo sociedades recolectoras y cazadoras (depredadoras).





Eso significa que para alimentarse se limitaban a obtener del medio lo que este les ofrecía en forma natural.

A causa de ello provocaron pocas transformaciones en los paisajes, llevaron generalmente una vida nómada y presentaron un muy escaso crecimiento demográfico.

EL PALEOLÍTICO Y LAS SOCIEDADES CAZADORAS Y RECOLECTORAS

El surgimiento de la vida humana marca el inicio del Paleolítico. Somos herederos de aquellos primeros seres humanos que durante este largo período fueron experimentando cambios físicos y provocando avances de la cultura en el proceso de adaptarse a un medio ambiente cambiante, habitar nuevos espacios y adaptarlos para satisfacer las necesidades.



LAS SOCIEDADES CAZADORAS Y RECOLECTORAS DE
FINES DEL PALEOLÍTICO

A partir de los restos arqueológicos y del estudio de sociedades recolectoras que aún existen, los investigadores se han aproximado a describir la cultura o estilo de vida de los grupos que vivieron a fines del Paleolítico.

1.- Era la época glacial y extensos territorios del planeta tenían un paisaje similar a la tundra que hoy existe en las altas latitudes del hemisferio norte, donde merodeaban animales como el mamut, el bisonte, el rinoceronte peludo, el oso gigante, el reno, la cabra salvaje, aunque también atrapaban insectos, reptiles y pequeños mamíferos. De sus presas lo aprovechaban todo: la carne para comer, las pieles para abrigarse, los huesos para hacer instrumentos y los tendones para fabricar cuerdas.




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2.- Dependiendo del lugar que habitaran, el medio natural los proveía de madera para encender fuego y para sus herramientas y viviendas, de fibras vegetales para elaborar canastos, recipientes y cuerdas, y de piedras para fabricar sus armas y herramientas.

3.- Eran sociedades recolectoras que obtenían sus alimentos fundamentalmente de la recolección, la pesca y la caza.

a) La recolección:

Era la actividad más recurrente y sencilla. Las mujeres y los niños (quienes aprendían desde pequeños a distinguir las especies comestibles de las venenosas) salían a recoger frutos silvestres, huevos, hongos, etc. Utilizaban canastos confeccionados de fibras vegetales, corteza de árbol o cuero.

b) La pesca:

Era realizada por hombres, mujeres y niños. Cuando se trataba de la captura de especies de mayor tamaño, la tarea que se reservaba a los hombres adultos. Se utilizaban arpones de punta de hueso y anzuelos.


c)    La caza:
Es considerada como una actividad fundamental, por la cantidad de recursos que aportaba:
  • Carne para alimentarse.
  • Pieles y cueros para sus vestimentas y viviendas.
  • Huesos para fabricar herramientas.
  • Tendones para hacer hilo.
  • Pelo para hacer pinceles.
  • Grasa para encender lámparas.
La caza era una tarea que realizaban los hombres adultos, quienes debían actuar en forma colectiva ya que:
  • Era muy difícil dar muerte de frente a los grandes animales.
  • Lo mejor era conducirlos con el fuego a las trampas.
  • Ya en las trampas, entonces los herían y esperaban a que murieran.
Desde niños debían entrenarse en el uso de las lanzas y las boleadoras, aprender el comportamiento de los animales y las estrategias para herirlos.

EL NOMADISMO

Como los pueblos recolectores dependen de la cantidad de alimentos y recursos que encuentran en el ambiente, cuando estos escaseaban debían trasladarse en su búsqueda y por eso practicaban el nomadismo, es decir, no tenían residencia fija. Pero su vida no consistía en vagar sin rumbo sino que generalmente se trasladaban de un campamento a otro dependiendo de la estación del año, frecuentemente buscando comida, refugio o huyendo de los peligros.


Para protegerse del frío, el calor o la lluvia, los primeros seres humanos habitaban en cuevas o en cabañas construidas con palos, pieles y barro.

El grupo de familias que vivían y se trasladaban juntas (unas 25 a 40 personas) constituía una banda o clan. El clan solía, además, identificarse con un animal que representaba a su antepasado mítico.




El Crecimiento Demográfico

El crecimiento demográfico era muy bajo, ya que su tipo de vida imponía limitaciones. En una sociedad nómada, los enfermos y personas mayores tenían pocas posibilidades de subsistir y, como no sabían producir alimentos, debía existir un equilibrio entre la cantidad de población y los recursos existentes.

Para mantener este equilibrio, en ocasiones se recurría al infanticidio, especialmente de mujeres, ya que con ello se controlaba la reproducción al interior del grupo.

¿Dónde Habitaban?

Para protegerse del frío, el calor o la lluvia, los primeros seres humanos habitaban en cuevas, en cabañas construidas con palos, pieles y barro, o en tiendas de cuero con un armazón de palosLas tiendas eran fáciles de armar, desarmar y transportar de un lugar a otro.



La Vestimenta

Para soportar el frío confeccionaban sus vestimentas de pieles que cortaban con cuchillos, raspaban y suavizaban con raspadores, perforaban con punzones y luego cosían con aguja e hilo.

El Fuego, Un Elemento Fundamental

Hace aproximadamente 1500000 años el Homo erectus debió descubrir el fuego de forma casual (lava de un volcán, rayo). Pronto se dio cuenta de su utilidad y se esforzó en alimentarlo para mantenerlo vivo.

Más adelante, los neandertales aprendieron a encender el fuego, golpeando dos piedras (pedernal y pirita de hierro) o por rotación y frotación de un palo sobre un tronco.

El dominio del fuego fue un elemento muy importante en el progreso humano. Permitió calentarse, asustar a las fieras, iluminar y, sobre todo, cocinar y hacer más digeribles los alimentos.

El fuego era un elemento fundamental ya que:

a)    Como fuente de luz, permitía prolongar artificialmente la duración del día, dando más tiempo para las actividades de la vida diaria, sobre todo en el largo y oscuro invierno.

b)    Servía para cocer los alimentos, endurecer las puntas de piedra y espantar a los animales.

c)     El fuego era, además, el centro de la vida en común. En torno a él se reunía el clan para comer, para compartir experiencias que se trasmitían oralmente de generación en generación, para danzar, cantar, discutir y tomar decisiones bajo la conducción de un líder, así como para realizar sus ceremonias.

Las sociedades paleolíticas creían que todos los elementos de la naturaleza poseían un espíritu que los animaba y que, mediante la realización de ciertos actos, podían contar con el favor de esas fuerzas sobrenaturales.

Las Manifestaciones Artísticas

Entre sus manifestaciones artísticas más impresionantes se encuentran las pinturas rupestres. En los lugares más recónditos de las cavernas aún es posible apreciar las coloridas figuras de animales que probablemente pintaban en el contexto de ceremonias mágico-religiosas para favorecer la caza. 




LA FABRICACIÓN DE INSTRUMENTOS

La fabricación de instrumentos es uno de los signos que diferencia a la especie humana del resto de animales. Al principio, los seres humanos utilizaban simples piedras talladas (guijarros o cantos rodados) para conseguir un filo cortante.

Más tarde utilizaron sílex, una roca dura que al golpearla se rompe en láminas y produce una arista muy afilada. Con ella fabricaban bifaces, es decir, herramientas cortadas por las dos caras.

BIFAZ


SILEX



Con el tiempo fueron perfeccionando la talla de las piedras y fabricaron útiles como raspadores, puntas de lanza, perforadores, etc. 

También empezaron a emplear nuevos materiales, como el hueso o el asta, con los que hacían anzuelos y arpones para pescar, agujas para coser, y arcos o propulsores que permitían lanzar flechas o jabalinas a distancia.

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